DECLARACIÓN DE CARTA ABIERTA
(Integrado por miles de trabajadores de la cultura y las artes, profesionales e intelectuales )
El
próximo siete de octubre se realizarán elecciones a los principales
cargos nacionales en la hermana República Bolivariana de Venezuela. No
es una elección intrascendente: en gran medida se juega en ella la
posibilidad de continuar con éxito el proceso de integración
latinoamericano, en un marco de soberanía nacional y participación
popular. Hugo Chávez Frías pone en juego su liderazgo, confiando en que
el pueblo con su voto consolide el proceso de transformación social y
político mas importante de ese gran país.
Desde
el inicio del gobierno encabezado por Hugo Chávez fue claro su
compromiso de aportar, con su sello singular, inteligencia y esfuerzo, a
un proyecto popular en el que la unidad de los pueblos latinoamericanos
figurase en el primer lugar de la agenda.
En
su derrotero de reformas profundas, recuperando dignidad y otorgando
visibilidad a una gran mayoría de venezolanos sumergidos, nunca cejó en
el esfuerzo de aunar las capacidades de las naciones suramericanas para
enfrentar a los poderosos del mundo.
Muchos
y constantes obstáculos fueron los que debió sortear su gobierno: las
agresiones de los grupos conservadores de su país, las presiones
imperialistas e intentos de golpes de estado (fracasados por la
intervención popular), y la desestabilización permanentemente fogoneada
por los medios de comunicación concentrados en una práctica conocida por
todos los argentinos.
Cuando,
como respuesta rápida y soberana al vergonzoso atropello institucional
en Paraguay, se concreta la incorporación de Venezuela al MERCOSUR, la
región se convierte en uno de los espacios socioeconómicos de mayor
potencialidad en el mundo. Es un momento de trascendencia histórica con
el comienzo de un promisorio proceso de paz en la convulsionada Colombia
pero que no termina de despejar las amenazas de intervención imperial
que merodean la zona: un contundente triunfo en la hermana Nación es
imprescindible.
Así
con Venezuela incorporada al Mercosur, la poderosa articulación de
Brasil, Venezuela y Argentina se constituye en la espina dorsal de un
armazón político, que junto a Ecuador, Uruguay, Bolivia y Cuba, es capaz
de contener y potenciar la diversidad de experiencias sociales que
alumbran el nacimiento de un nuevo mundo que pugna por la inclusión
social, el desarrollo económico y la paz.
En
cambio si Capriles, el prototipo echado a rodar por la derecha,
aderezado con los atributos artificiales fabricados por los grandes
medios del establishment y magnificado por los dólares norteamericanos
lograra conmover el escenario favorable a los intereses nacionales del
pueblo venezolano, una cuña fatídica se instalaría, echando una sombra
siniestra desde Honduras a Paraguay, pasando por Venezuela.
Los
lazos entre nuestro país y la Venezuela conducida por Chávez se
profundizaron principalmente luego del 2003. El protagonismo conjunto
del presidente bolivariano y Néstor Kirchner en el entierro del ALCA y
la búsqueda de la paz en la región, puesta en acto al desarmar el
conflicto entre el Ecuador de Correa y la Colombia presidida por Uribe,
son hitos fundantes de una construcción de fraternidad y unidad política
que necesitamos que se continúen y fortalezcan para enfrentar las
dificultades de un mundo en crisis.
Venezuela
es un eslabón protagónico de nuestro presente y la continuidad de su
perfil político es garante de soberanía popular. Una claro victoria de
Hugo Chávez en Octubre multiplica las posibilidades de crecimiento,
desarrollo y estabilidad para las fuerzas populares de la región que
iniciaron un camino emancipador y constituye un espaldarazo a las nuevas
instituciones integradoras como la UNASUR, la CELAC y el ALBA,
manteniendo abierto un camino de esperanza a los luchadores, que desde
la oposición a gobiernos conservadores, intentan sumarse a este
histórico proceso.
Si
Hugo Chávez triunfa, triunfa el pueblo venezolano pero también el
proyecto emancipador que se extiende por Latinoamérica. Significará un
afianzamiento de su proyección estratégica hacia la conformación de un
polo alternativo en un mundo signado por la convulsión y la crisis.
El
gobierno argentino en palabras, gestos y acciones de Cristina Fernández
de Kirchner, ha dado muestras claras de la decisión de apoyar y
defender una alianza estratégica con la república bolivariana y su
gobierno, puesto que esa hermandad expresa el más hondo sentimiento del
pueblo que la sostiene.
Por
todo esto, para Carta Abierta, no nos es indiferente el resultado de
esas elecciones; desde el seno del pueblo argentino damos nuestro más
caluroso apoyo a la candidatura de Hugo Chávez Frías a la presidencia de
la Nación Bolivariana, repudiamos la campaña internacional mediática de
agresión y ataque a su figura y acompañamos la movilización popular que
la defiende.
Buenos Aires, septiembre de 2012.
Espacio CARTA ABIERTA, Argentina(Integrado por miles de trabajadores de la cultura y las artes, profesionales e intelectuales )
Comentarios
http://nada-es-casual.blogspot.com.ar/2012/10/8n-saquemos-la-careta-los-hijos-de-puta.html
Es preferible difundir esto y estar preparados para bancar a nuestro gobierno. Recuerden Ecuador, Paraguay y Honduras.