Carta abierta/1

Buenos Aires, 19 de abril de 2008

Hoy asistimos en nuestro país a una confrontación entre sectores económicos, políticos e ideológicos históricamente dominantes y un gobierno democrático que intenta reformas en la distribución de la renta, y estrategias de intervención en la economía. La oposición a las retenciones (*), oculta cuestionamientos al poder político constitucional y da lugar a un clima destituyente y al desprecio por la legitimidad gubernamental.
Esta atmósfera política, movilizó a intelectuales y otras franjas de la sociedad, que más allá de acuerdos y desacuerdos con las decisiones del Gobierno, consideran que, en los últimos años, se volvieron a abrir los canales de lo político. Lo político, no entendido como pura gestión, sino como escenario de debate de ideas y modelos distintos de país y que replanteó la relación entre política, Estado, democracia y conflicto como núcleo de una sociedad que desea avanzar hacia horizontes de mayor justicia y equidad. Un debate que tiene como uno de sus puntos centrales la cuestión de la memoria articulada en la política de derechos humanos.
Los medios masivos de comunicación juegan un papel fundamental en la disputa por las retenciones, ya que estructuran diariamente "la realidad de los hechos", generan "el sentido" e interpretan y definen "la verdad" acerca de actores sociales y políticos. La práctica diaria de desinformación y discriminación, gesta mensajes conformadores de conciencias con sentido común ciego y alimenta una opinión pública antipolítica y que desacredita la intervención del Estado democrático en la lucha de intereses sociales.
En este nuevo escenario, tomamos conciencia que la batalla a librar es cultural y que, en ella se enfrentan el discurso único de la dominación con los argumentos democráticos de la pluralidad intelectual. Se trata de rescatar la palabra crítica de la retórica propia de los medios de comunicación, para articular una nueva relación entre los mundos intelectuales y sociales con la realidad política. Es necesario crear nuevos lenguajes y abrir espacios que tiendan a la constitución de un nuevo sujeto político popular, a partir de rupturas concretas con el modelo neoliberal de país.
Esta problemática es decisiva en toda Latinoamérica, donde abundan evidencias de una contienda cultural que se refleja, aún, en las diversas narraciones de nuestra historia. Uno de los puntos débiles de los gobiernos latinoamericanos, incluido el de Cristina Fernández, es que no asumen la urgente tarea de construir una política a la altura de los desafíos diarios de esta época. Una política que requiere un pasaje hacia la producción de nuevas formas simbólicas capaces de expresar las transformaciones de la época, eludiendo los peligros restauracionistas de la lógica neoliberal hegemónica durante los años noventa.
Teniendo en cuenta esta realidad, nuestro propósito es apostar a una fuerte intervención política –desde el campo intelectual, informativo, científico, artístico – que contribuya a la democratización, profundización y renovación de los grandes debates públicos. En este sentido, sentimos las carencias que muchas veces muestra el Gobierno para enfocar y comprender los vínculos con algunos sectores sociales para establecer una dinámica de encuentro y diálogo.
Creemos indispensable señalar los límites y retrasos del Gobierno en aplicar políticas redistributivas de clara reforma social, pero al mismo tiempo reconocemos y destacamos su indiscutible responsabilidad y firmeza al instalar cuestiones redistributivas como núcleo de los debates y de la acción política desde el poder real que ejerce y conduce al país (no desde la mera teoría), situando tal tema como centro neurálgico del conflicto contra sectores concentrados del poder económico.
Todo lo resumido, da pie a la necesidad de creación de un espacio político plural de debate que nos reúna y nos permita actuar colectivamente. Un espacio signado por la urgencia de la coyuntura, la vocación por la política y la perseverante búsqueda de modos contemporáneos de emancipación.

* Derechos aduaneros sobre la exportación de granos

versión en Carta Abierta

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