CARTA ABIERTA FRANCIA /1

A partir de la Revolución de Mayo, periódicas dictaduras y crisis económicas expulsaron ininterrumpidamente a nuestros compatriotas como consecuencia de modelos conservadores; por ejemplo, el que definió a Argentina como granero del mundo desde 1880. A casi doscientos años de su nacimiento nuestro país busca todavía consolidarse a través de un inconcluso proyecto de Nación.

Producto de las más diversas persecuciones, Francia fue para muchos en distintas etapas de resistencia, un modo de mantener vivo el vínculo con los valores fundacionales que los filósofos iluministas legaron a la Revolución Francesa: Libertad, Igualdad, Fraternidad, que nos atrajeron durante toda nuestra historia. Hoy, sentimos que el mejor homenaje que podemos hacerles a todos aquellos hombres y mujeres que pelearon por nuestra Independencia es recuperar esos valores, como los plasmaron en ideales de abolir la servidumbre indígena y el régimen de castas, con los ejemplos de Castelli, Monteagudo, Moreno y Artigas entre tantos otros.

Sin confundir la historia de Francia con nuestros procesos y sin justificar sus errores y abusos, el vínculo que los argentinos mantuvieron a través del tiempo, es con el pensamiento que se desarrolló en torno al concepto de ciudadano participativo, creativo, libre en sus ideas, responsable en sus actos.

Carta Abierta Francia que por su composición es reflejo de los últimos períodos que atravesó nuestro país, nació ante los sucesos y conflictos generados a partir de la resolución 125 e intenta ratificar nuestro inalterable compromiso político por construir una sociedad más justa.

Constatamos que los opositores a dicha resolución, reaccionaban en función de proteger sus intereses sectoriales, ignorando las consecuencias de su accionar para el conjunto de la sociedad y promoviendo prácticas de perjuicio colectivo: desde humaredas hasta cortes de ruta que impidieron la distribución de alimentos con el fin de generar desabastecimiento e inflación.

Era necesaria una reacción frente a quienes despreciando el enfoque del gobierno y negándose a redistribuir estos plus de ingresos generados por las retenciones en proyectos de mejoras sociales para la comunidad, de la que ellos mismos forman parte, se mostraron indiferentes a la falta de insumos en los hospitales, al desabastecimiento urbano de miles de ciudadanos, y la penuria alimentaria de la infancia, entre otras alarmantes urgencias.

Los avances logrados en los últimos años, orientados a mejorar las condiciones sociales han permitido progresos en la calidad de vida de amplios sectores. Por ello, hemos optado por unirnos a la iniciativa de argentinos que en diversas partes del país y del mundo han adherido a Carta Abierta, por resultar la propuesta de mayor cercanía con nuestra voluntad de intervenir en el debate de una manera efectiva.

Ante la disyuntiva de estar en contra o a favor del gobierno actual de la República, nuestra voluntad es la de contribuir a generar una reflexión y una crítica constructiva, no desde la amenaza destituyente ni desde posiciones que albergan intereses opuestos, sino desde la preocupación práctica de alcanzar una coherencia entre las diversas políticas y obtener resultados visibles en el terreno de la comunidad.

El perfeccionamiento de las metodologías aplicadas en las iniciativas políticas de este gobierno es una preocupación para nosotros, ya que es importante conservar vigente el proceso evolutivo y positivo que la continuidad gubernamental supo aplicar en el momento de reconstruir el país después del colapso económico y político de 2001 que -no está demás recordar- fue consecuencia de políticas neoliberales que nos sometieron a una alta dependencia del capital financiero internacional, achicando el aparato productivo, concentrando la riqueza y agravando las desigualdades.

En consecuencia y por todas estas razones al expresarnos con esta Carta Abierta Francia /1, entendemos sumarnos al trabajo de todos los compatriotas que desde diversas partes del mundo consideran importante no distraer esfuerzos en cuestiones que no sean las de acrecentar el caudal de lo que hasta aquí se ha logrado en materia de afianzamiento de la instituciones democráticas, de ejercicio multipartidario, de política económica con propuestas de redistribución de ingresos e inclusión social, así como en materia educativa, en política exterior de integración latinoamericana, y fundamentalmente, en la política de derechos humanos.

Sostenemos los proyectos que se debaten actualmente en ambas cámaras, en particular la nueva ley de medios, ya aprobada en Diputados y que se está debatiendo en el Senado, y aspiramos a que se profundice cada uno de esos logros. Ya que abrogar la ley de medios de la dictadura permitirá una mayor pluralidad de voces y el desarrollo de nuestra diversidad cultural.

Invitamos con ánimo de enriquecer opiniones, pensamientos y metodologías a todas aquellas personas, sea cual sea su origen político, a formar parte de esta iniciativa que deberá por sobre todo, junto a otras prioridades, ejercitar la tolerancia, la apertura y el respeto a la diversidad de opiniones, sin tergiversar ni perder de vista el objetivo de profundización en los dominios en que el gobierno ya ha actuado positivamente, mientras que se avanza en la construcción de nuevas conquistas.

Dicho esto nos resulta urgente que se traten los siguientes temas que a nuestro entender ameritan una rápida atención:

¿Qué práctica económica reflejan las normativas de nuestro país concernientes al agro y en general a las producciones que afectan al medio ambiente y la naturaleza? ¿Qué incidencia tienen esas normativas en el tejido social? ¿Qué limite existe entre el concepto de propiedad privada y el de soberanía? ¿Cómo se debe analizar la acción económica de Monsanto en relación a la soberanía patrimonial del medio ambiente y la ecología argentinas? ¿Cómo inciden los derechos legales de las personas jurídicas, como las sociedades comerciales que detentan nacionalidad argentina, conservadas a título anónimo o comercial por directivos y accionistas de nacionalidad extranjera? ¿Qué rol mediador juega el Estado en la pugna de intereses en estos casos?

Observando la actual crisis mundial, explicada por especialistas internacionales, se obtiene que la proliferación de medios masivos de transporte, de comunicación, y de producción industrial, multiplicó las actividades de explotación, producción y consumo de los recursos vitales del planeta.

Este comportamiento económico depredatorio que ya ha demostrado sus límites, está obligado a confrontarse con análisis y enfoques éticos de expertos y de las sociedades humanas que deberán utilizar parámetros que hasta ahora sólo fueron parcialmente ingresados en el debate.

Sabemos hoy, más que nunca que la dominación, la explotación y la estafa, se producen también dentro del área de la información científica; que ocultan u omiten informar sobre las consecuencias que ejercen sobre la salud pública, el medio ambiente y los recursos naturales, las prácticas industriales y comerciales que ciertos entes emprendedores lideran.

Consentir estas prácticas irresponsables, carentes de organización jurídica nacional e internacional, es autorizar el delito sistémico contra la comunidad y permitir una multiplicación de conductas mafiosas, incondenables por falta de normativa específica, legalmente imparables.

Pensar la modernidad es adherir a una voluntad de control y conciencia de las consecuencias de estos cambios. Es ingenuo pensar que mientras todo cambia en el mundo nuestro comportamiento puede seguir siendo el mismo.

De este modo, a partir de un trabajo mancomunado, creemos poder contribuir con nuestro esfuerzo a contrarrestar las acciones perjudiciales de un pragmatismo mercantil, tozudo y ofuscado que busca controlar áreas como las finanzas, la producción, y el desarrollo industrial y político, pero que al mismo tiempo es huérfano de proyecto social, por lo cual apunta solamente a una visión miope de ganancias e hiperganancias, lejos de una interpretación humanística de la historia.

París, 2 de octubre de 2009

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