Feria del Libro II

A continuación, los vínculos que llevan a las notas periodísticas publicadas en los diarios La Nación, Página 12, Tiempo Argentino y Clarín. Y el texto de la alocución con la que nuestro compañero Rodolfo Hamawi, Director Nacional de Industrias Culturales, intervino en el acto de inauguración de la 37a. Feria del Libro.


http://www.lanacion.com.ar/1367954-homenajes-y-politica-hasta-la-madrugada

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-21497-2011-04-25.html

http://tiempo.elargentino.com/notas/intelectuales-y-artistas-de-carta-abierta-contra-neoliberalismo

http://www.clarin.com/sociedad/discurso-Carta-Abierta-Vargas-Llosa_0_469153156.html

EQUIPO DE COMUNICACIÓN


"Apertura Feria" Rodolfo Hamawi, Director Nacional de Industrias Culturales


Es un honor representar en este acto al Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, que problemas de salud le impiden hacerse presente.
Durante años asistí como editor y luego como autoridad de la Cámara Argentina del Libro a las aperturas de nuestra querida Feria del Libro. Hoy me toca intervenir como funcionario lo que me permite tener una perspectiva integral sobre la actualidad del libro en nuestro país.

El libro editado en la Argentina viene atravesando no un buen momento, sino un muy buen período con índices de notable crecimiento. En el año 2002, nuestra industria editorial había producido 33.700.000 ejemplares reunidos en 9.500 títulos. En 2010, prácticamente se triplicó la cantidad de títulos, llegando a 26.400, que representan casi 76 millones de ejemplares editados.

Las razones de este crecimiento se relacionan con la calidad intelectual de nuestros autores, con el enorme esfuerzo de las editoriales, pero fundamentalmente con la política económica y de reparación social que el gobierno nacional viene desarrollando desde el año 2003 y que ha generado las condiciones para que el mercado se fortalezca y para que aumente el nivel de consumo de la sociedad.

Estas cifras macro encierran a la vez diferentes realidades.
Por un lado, la vitalidad, el empuje y la riesgosa apuesta de más de 500 pequeñas editoriales que hacen de la Argentina uno de los países con mayor bibliodiversidad del mundo. Por otro lado, la gran concentración económica que el sector ostenta desde los años ’90, que se corrobora hoy cuando advertimos que el 60% de la producción está en manos de tan solo 22 editoriales.

Es necesario impulsar un desarrollo ligado a la equidad y al acceso universal de los bienes culturales. Son muchas las acciones que se impulsan desde el Gobierno Nacional en esa dirección. Como el programa Conectar Igualdad, que permitirá reducir la brecha informática igualando posibilidades de formación de nuestros estudiantes.

En esa línea, quiero brevemente contarles, sobre todo a los visitantes ya que con los editores compartimos el día a día, algunas acciones que venimos desplegando desde la Secretaría de Cultura de la Nación.

El Estado nacional ha dado una clara señal sobre el lugar que ocupa la lectura en sus prioridades, creando el Consejo Nacional de Lectura. Su tarea es coordinar las acciones de promoción de la lectura que llevan adelante los diferentes organismos que lo componen: los Ministerios de Educación, Salud, Trabajo y Desarrollo Social; la Secretaría de Cultura, la Biblioteca Nacional y las bibliotecas populares; y también la radio y televisión argentinas. Este año tendremos los resultados de la Encuesta Nacional de Hábitos de Lectura, que proporcionará datos cuantitativos y cualitativos sobre cómo se lee hoy en el país y sobre cómo estimular nuevos lectores. Queremos que los chicos argentinos nazcan con un libro bajo el brazo. Por eso, este Consejo está preparando para entregar este año, comenzando por la región del Noreste, un conjunto de libros para todos los niños nacidos en los hospitales públicos.

En el otro extremo del arco lector, presentaremos en esta misma Feria, la Plataforma del Libro Universitario Argentino. Un trabajo que venimos realizando desde la Secretaría de Cultura junto al Ministerio de Educación, el INTI y las Universidades nacionales para conectar en red toda la producción editorial producida por las universidades.

Para mejorar el nexo entre los autores y el lector y generar puestos de trabajo calificados hemos creado junto al Ministerio de Trabajo y las Cámaras de librerías la primera Escuela de Libreros. En Buenos Aires ya tuvimos la primera promoción surgida a fines del año pasado, hace 15 días se lanzó la Escuela de Libreros de Córdoba y esperamos en el segundo semestre lanzar la de Rosario.
Esta experiencia la estamos llevando a cabo con las universidades de Tres de Febrero en Buenos Aires y de Villa María en Córdoba.

Continuamos una política que lleva varios años con el programa Libros y Casas, que provee de bibliotecas a las viviendas construidas con el Plan Federal del Estado nacional. Este año podremos decir con orgullo que en 100.000 viviendas humildes el primer mueble de la casa fue una biblioteca con sus primeros 18 ejemplares. Con lo que completaremos 1.800.000 libros entregados.

Apoyamos ese gran semillero editorial que son las revistas culturales. Estamos entregando los subsidios a las 10 revistas de todo el país que fueron seleccionadas en el certamen Abelardo Castillo.

Hemos relanzado los Premios Nacionales de Cultura, la máxima distinción y estímulo a la producción cultural que permitirá que año a año escritores, dramaturgos, músicos y ensayistas reciban el justo reconocimiento nacional a sus obras.

Acompañamos los reclamos del sector que tiendan a eliminar las asimetrías con los libros importados y defendemos la idea de la necesidad de un Instituto del Libro que promueva y estimule la producción de pequeñas y medianas editoriales nacionales.

Esta batería de acciones de promoción estatal combina dos principios rectores, diversidad e igualdad, conceptos fundamentales para posibilitar, en el ámbito de la cultura, mayores niveles de justicia y de excelencia para la producción, objetivos que el mercado por si solo no puede garantizar.

Creemos en la excepción cultural. Debemos proteger nuestros bienes culturales, transmisores de símbolos, valores, saberes e identidad de la tendencia destructiva de una globalización asimétrica. Defenderlos como motor de la diversidad, la pluralidad y la libertad de expresión.
Por eso, deseamos que esta Feria siga siendo un ámbito de discusión de todos los temas que atraviesan la vida del país editorial. No hay sociedad sin disensos. No hay sociedad sin conflictos. Nuestro gobierno es respetuoso de los disensos y no esconde los conflictos. El libro es herramienta privilegiada de esos debates, por lo que esta Feria debe garantizarlos evitando cualquier utilización espúrea que atente contra su espíritu y su propuesta.

Los colegas y amigos editores, en todo editor se esconde un docente, aunque no lo confesemos siempre queremos enseñar algo con nuestros libros. Durante esta feria tendremos una gran oportunidad de hacer docencia.
Explicar que un Estado activo, presente, haciéndose cargo de sus responsabilidades, no es contrario a la libertad, sino garante de esa libertad en igualdad. Podrán explicar que en Argentina, el libro no paga IVA, que los editores reciben subsidios del Estado, que el Estado financia traducciones y ferias internacionales. Y que en ese marco, nadie fue censurado, la libertad de edición y expresión es absoluta, y a nadie se le pregunta sobre su afiliación política para comprarle libros o subsidiar sus ediciones. Que esa docencia sirva para poner en hora algunos relojes que atrasan más de un siglo.

En esta edición, saludamos que la ciudad de Buenos Aires haya sido designada capital mundial del libro por la UNESCO. Nuestro deseo es que nuestra querida ciudad vuelva a ser ese gran faro cultural que la supo transformar en la gran receptora de las influencias nacionales y latinoamericanas, abierta a los flujos creativos de los países hermanos, atenta a las asimetrías que atraviesan el país y que muchas veces los porteños tendemos a acrecentar. Un libro debe abrirse para ser leído. Cuando una ciudad se cierra, los libros también se cierran.

Por último, quiero desearles éxito por el enorme esfuerzo que realizan y desearles buenas ventas, pero sobre todo mucha cultura. Que esta Feria sea cada vez más uno de los hechos culturales de mayor importancia en la edición mundial.


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